La Comisión, con el objeto de proteger la vida e integridad de las personas residentes en Cuba, durante décadas ha monitoreado la situación de los derechos humanos en la isla, y el cumplimiento de las obligaciones en la materia por parte del Estado cubano, como miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El gobierno de Cuba no responde a las comunicaciones y decisiones de la CIDH, adoptadas mediante informes especiales; en el Capítulo IV del Informe Anual, el sistema de casos, y la adopción de medidas cautelares.

El 3 de junio de 2009, la Asamblea General de la OEA, dejó sin efecto la exclusión que se impuso en 1962 al Gobierno de Cuba de participar en el sistema interamericano. El gobierno ha declarado públicamente que no se integrará al organismo interestatal regional.

A pesar del silencio y las declaración del Estado cubano, La CIDH lo reconoce  como “responsable jurídicamente” ante ella. “Es parte de los instrumentos internacionales que se establecieron inicialmente en el ámbito del hemisferio americano a fin de proteger los derechos humanos”, argumenta.  Se “excluyó al gobierno de Cuba, y no al Estado, de su participación en el sistema interamericano”, agrega.